zumo de naranja

Evolución del feto

El feto ya hace más de tres centímetros, aproximadamente el tamaño de una pasa, y crece a un ritmo espectacular. Esta semana se formarán los huesos y cartílagos y –aunque parezca imposible– el pequeño o pequeña empezará a utilizar sus diminutos codos, al mismo tiempo que se formarán las rodillas y los tobillos. Bajo las encías se originarán unos “esbozos” de lo que serán los dientes, y el estómago segregará jugos digestivos, los riñones producirán más cantidad de orina y, si el pequeño es un niño, los testículos empezarán a producir testosterona. Fuente: Qué se puede esperar cuando se está esperando. Heidi Murkoff. Ed. Medici

Alimentación de la madre

Cuentan de una madre gestante que durante las primeras semanas de embarazo tenía muchas ganas de comer pies de cerdo. Casualmente, era la época en la que al feto se le estaban formando los cartílagos. Sea cierta o no la anécdota, es del todo recomendable –como ya hemos advertido en semanas anteriores– dejarse llevar por los pequeños caprichos o antojos que se vayan identificando, ya que responden a determinadas carencias energéticas que el cuerpo intenta compensar. Un apunte que nos hace la nutricionista Montse Bradford: “Si los antojos se repiten diariamente, hay que ir observando qué tipo de alimento requiere nuestro cuerpo para hacer los cambios necesarios en nuestra alimentación y suplir con alimentos sanos las carencias que tenemos”.

Alimentos ricos en vitamina C, tres raciones diarias

No sabemos del cierto si los pies de cerdo ayudan a formar los cartílagos, sin embargo, sea como sea, es importante que durante estas semanas la madre no se olvide de la vitamina C, esencial para el desarrollo de los huesos y los dientes, y que necesitará suministrar diariamente porque el cuerpo no puede almacenarla. Aparte del zumo de naranja, conocido por todo el mundo, hay otras frutas que suponen una fuente importante de esta vitamina: el kiwi, la piña, la uva y las fresas, por ejemplo; si nos decantamos por las hortalizas, tenemos el pimiento rojo y verde, el brócoli, el tomate, la coliflor, las espinacas y la piel de patata o boniato.

Es importante consumir tres raciones diarias de alimentos ricos en vitamina C, ya sea en forma de fruta o verdura. Como nos recuerda el libro Vínculos de Àngels Torras y Míriam Tirado, “la fruta es rica en fructosa, un azúcar natural que el cuerpo metaboliza sin grandes cantidades de insulina y que, por lo tanto, no empeora la diabetes gestacional. Por lo que respecta a las verduras, lo más recomendable es que sean estacionales –porque conservan más valor nutritivo– y que se coman crudas o al vapor”.

Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.